Para la construcción de esta Catedral de Santa Cruz de Cádiz,
conocida popularmente como Catedral
Nueva, se elige al arquitectoVicente Acero como maestro mayor de las obras en 1721,
quien diseña un espectacular templo barroco, con planta de cruz latina, tres
naves y girola en la cabecera, inspirada en la de la Catedral de Granada y de Guadix,
ambas de Diego de Siloé. La genialidad del autor
consiste en fundir la tradición de las grandes catedrales españolas con las
formas procedentes del barroco italiano. Así la planta es de origen gótico, con
potente girola y participa del rico movimiento de líneas propio de Borromini y
Guarini.
Hasta 1729 las obras las conduce el propio Acero
siguiendo su atrevido proyecto, que preveía sus dos torres de fachada y su
cúpula sobre el crucero con unas dimensiones colosales.
Pero el Cabildo no aprobó la
continuidad de su obra y acabó por destituirle del cargo.
Le sucede en el puesto Gaspar Cayón y en 1759 su sobrino,Torcuato Cayón de la Vega, arquitecto
local que marca la transición del barroco al neoclasicismo en la zona,
reformando parte de la fachada y alzados y acortando la altura prevista de
cúpula y torres, a las que coronó de estatuas, introduciendo el gusto francés
en la obra. Cuando éste fallece (año 1783)
falta aún por concluir parte de las bóvedas y la cúpula, casi la tercera parte
del total, sucediéndole en el cargo Miguel de Olivares.
Por diferencias técnicas sobre
cómo continuar las obras, el Cabildo consultó a la Real Academia de San
Fernando de Madrid, por lo que el rey Carlos IV, en 1790,
declarado protector de las mismas nombra a Manuel Machuca director de las mismas.
En el año 1796 se
paralizan las obras, en un largo período de tiempo lleno de acontecimientos de
enorme trascendencia para el país: La Guerra de la Independencia, las Cortes
Generales y Extraordinarias, y la restauración del Régimen Absolutista de
Fernando VII, incluido el paréntesis del Trienio Liberal.
Finalmente, cuando por razones
de economía y prisas el valenciano Juan Daura reanuda las obras en 1832,
éstas se siguen reduciendo considerablemente la altura del tambor y la cúpula
-ya sin linterna- hasta su estado actual, la menos airosa de cuantas se habían
considerado anteriormente, dándose por acabadas las obras en 1853.
Bien de Interés Cultural (BIC), la Catedral de Santa Cruz de Cádiz está declarada como Monumento, según lo publicado en la Gaceta de Madrid con fecha de 4 de junio de 1931.